jueves, 19 de enero de 2012

Huida De La Juventud


El estío, cansado, inclina la cabeza 
Para verse surgir, amarillo, del lago. 
Hago mi camino cansado y polvoriento 
Por las alamedas en penumbra. 
El viento titubea y corre entre los álamos. 
A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer. 
Delante de mí tengo el miedo de la noche. 
Y crepúsculo. Y muerte. 

Hago mi camino cansado y polvoriento,
Y detenida y dudosa queda tras de mí 
La juventud, que baja su hermosa cabeza 
Y se niega a acompañarme.

Hermann Hesse

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