domingo, 23 de marzo de 2008

La Búsqueda. El Diario Secreto (2007)

La Búsqueda. El Diario Secreto (2007)


Jon Turteltaub nos tiene acostumbrados a un cine ‘fast food’ o de comida rápida, como queráis llamarlo. ‘Elegidos para el triunfo’, ‘Mientras dormías’, ‘El Chico’, e incluso ‘La búsqueda’ son un claro ejemplo de ello; sólo ‘Phenomenon: algo extraordinario más allá del amor’ era precisamente algo extraordinario más allá de … un simple producto de fácil consumo.

Sin embargo, el hecho de que las cintas de este director tengan ese corte facilón de rápida degustación no significa que sea cine basura. Todas sus películas tienen un punto justo para considerarlas como obras de divertimento familiar, unas veces más entretenidas que otras, que se disfrutan sin excesivas complicaciones con un buen paquete de palomitas.

Como no podía ser menos, porque la fórmula funciona,
‘La Búsqueda. El Diario Secreto’ es una película de aventura marca de la casa Turteltaub, digerible con rapidez y sin comeduras de coco. Fijaros que he dicho ’de aventura’ porque no se trata ni de un thriller en toda regla, con desarrollo y desenlaces maduros; ni de un drama por supuesto, las relaciones sentimentales entre los personajes de esta secuela son tan limitadas que no dan para incluirla ni lo más mínimo en esa categoría; ni tampoco de una comedia, aunque se le hayan dado tantos momentos cómicos, concentrados en un sólo personaje, el ayudante de Gates, Riley Poole, que lo parezca.

La cinta ha sido tratada especialmente con un tinte infantil/juvenil aventurero familiar para que encaje a la perfección con el tipo de cine con el que trabaja la compañía que le da cobijo, la Disney. Todo es tan sencillo y tan básico como su argumento: una página perdida del diario de John Wilkes Booth, el asesino de Abraham Lincoln, sale a la luz de manos de un mercenario buscador de tesoros llamado Mitch Wilkinson (Ed Harris), y en ella aparece el nombre de Thomas Gates, tatarabuelo de Ben Gates (Nicolas Cage) como principal conspirador del magnicidio. La honra está manchada así que Ben se empeña en probar la inocencia de su ancestro, con la ayuda de su ex-novia Abigail (Diane Kruger), su fiel amigo Poole (Justin Bartha) y su padre Patrick Gates (Jon Voight), intentando descubrir uno de los tesoros más buscados del mundo.

Esa historia es el núcleo de la película y todo lo que se monta a su alrededor sirve sólo para adornarla y darle la largura y a la vez ligereza suficiente para verla con gusto.

¿Su punto fuerte?: la intrigante resolución sucesiva de claves, códigos y enigmas que nos hace disfrutar como auténticos pequeñuelos. A cada paso que da Gates hay un nuevo rompecabezas, y con cada avance uno se va emocionando más y más por lo que depara a continuación; un detalle que aviva la película.

También el acertado enigma sin descubrir que nos deja con la miel en los labios (y con campo abonado para la tercera entrega) y que proviene de las palabras que dirige el presidente de EE.UU a Gates. Mi memoria me permite recordar más o menos esto (rectificadme si me equivoco):

- ‘¿Ha visto la página 47?’ - le pregunta el presi a Ben.
- ‘Sí, señor’ .- responde Gates con sumisión.
- ‘Y, ¿qué le parece?’ - le vuelve a preguntar el presi.
- ‘Revolucionario’ - le contesta Ben con seguridad y complicidad.

Y ahí nos dejan con la intriga.

¿Su punto débil?: la excesiva (e inverosimil en muchas ocasiones) facilidad con la que los protagonistas van descubriendo las claves y encontrando y accediendo a los lugares donde se encuentran. Vamos, que los ‘buscadores’ de esta película están siempre a la hora y en el sitio adecuado para seguir dando sus pasos. Algo que por otra parte caracteriza este tipo de productos turteltaubianos, y le da ese tono ligero y familiar.

La escena de la discusión simulada en el Buckingham Palace entre Ben y Abigail es un vergonzante elemento aislado en un todo entretenido.

Seguro que habréis pensado que por qué no hablo de los actores como el punto de fuerte del filme. Es que no lo son a pesar de lo ilusionado que estaba yo con ese aspecto. De
Nicolas Cage, Diane Kruger y Justin Bartha puedo hablar poco, sólo que Cage sigue con la misma cara de acelga y los mismos peinados cantosos de siempre, que a Kruger le sigue faltando presencia y glamour, y que Bartha ha mejorado respecto a la anterior entrega.

De los pesos pesados casi ninguno da su correspondiente talla porque a Turteltaub y al productor estrella Jerry Bruckheimer les ha importado más la parafernalia, las localizaciones, el atrezzo, y/o los decorados que las interpretaciones.
Ed Harris es sustituible, Harvey Keitel es prescindible y Helen Mirren está desperdiciada. Sólo Jon Voight saca partido a su presencia pero tampoco su interpretación es para hacerle una fiesta.

¿Me preguntáis entonces qué nivel de entusiasmo me ha quedado después de ver ‘La Búsqueda. El Diario Secreto’?. Os diría que moderado, porque este filme no es ni mucho menos un truño (es más entretenida que ‘La Búsqueda’) ni tampoco es un peliculón. Es lo que he dicho al principio, una cinta ‘fast food’, de consumo fácil y rápido, ni más ni menos.

Críticas Portada
Yul B. 22 de Diciembre de 2007

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