viernes, 7 de noviembre de 2008

Octubre frente al Mar

Voy a poner mis manos sobre la arena tibia
para sentir su respiración mineral.
En tus ojos pardos fija la aurora su mirada
mientras nuestros huesos de húmeda tiza
se deslizan por la roca hundiéndose en el Mar.
No importa si con ellos pintamos la luna como una fruta blanca,
ni que el sonido insepulto de la tarde
caiga rumoroso sobre los primeros pájaros nocturnos.
El reclamo del crepúsculo se levanta entre las ruinas del atardecer,
nos embadurna de silencio.
Caen las sombras como tinta a través de las palabras
y las nubes espesas que hoy trajo el otoño,
pesan más que la tierra que nos cubrirá en la tumba.
El viento ha cristalizado el aire
las estrellas frágiles y sensibles lloverán de madrugada
y Yo me perderé en la furtiva aurora de tus ojos
antes que el último tren haya partido hacia el fin del mundo.


(bis)
Quiero poner las manos sobre la arena tibia
para sentir su respiración mineral.
La mirada de la aurora se fija en tus ojos
mientras nuestros huesos de húmeda tiza
se deslizan por la roca y se hunden el al Mar.
No importa si con ellos
pintamos la luna como una fruta blanca,
el silencio insepulto de la tarde
cae rumoroso sobre los primeros pájaros nocturnos
y el reclamo del crepúsculo
se levanta entre las ruinas del atardecer
cerrándose la noche sobre él,
como un grito en agua profunda
nos embadurna el silencio.
Mientras las sombras caen como tinta a través de las palabras.
Las nubes espesas que hoy trajo el otoño
pesan más que la tierra que nos cubrirá en la tumba.
Pasa el viento y cristaliza el aire.
Las estrellas frágiles lloverán de madrugada,
y Yo me perderé en la furtiva mirada de tus ojos
antes que el último tren
haya partido hacia el fin del mundo.

Escrito por Musaraña
Matalascañas 09.10.1991

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