jueves, 12 de abril de 2007

La pérdida de un ser querido...

Ante la pérdida de una persona querida nuestra primera respuesta, es el dolor y el lamento. Nos ayudan durante las primeras horas de duelo y desgracia, pero no son suficientes para unirnos con el muerto. Esto lo consigue, en el nivel primitivo, el culto a los muertos; sacrificios, ornamentos fúnebres, monumentos, flores. En nuestro nivel, en cambio, el sacrificio mortuorio debe llevarse a cabo dentro de nuestra propia alma, por medio de la evocación del recuerdo exacto, por la reconstrucción en nuestro interior de la persona amada. Si lo conseguimos, el muerto sigue a nuestro lado, su imagen está salvada y nos ayuda a hacer fructífero el dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario