![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT0xFZH_1_yzjVw_auVY1OQBThG1y0IR4uUXAFoPGHovTMC44E4bieF0I-6OALpSOHNo_krwnv4Hp0zHwdGOAhWeU68Slm1Yj6V3yUZZFVhsFANkc-g74bMR8OPMC4qS1VLPvavExZbUH8/s280/En+la+altura+los+cuervos+graznaban.jpg)
los deudos gemían en torno del muerto,
y las ondas airadas mezclaban
sus bramidos al triste concierto.
Algo había de irónico y rudo
en los ecos de tal sinfonía;
algo negro, fantástico y mudo
que del alma las cuerdas hería.
Bien pronto cesaron los fúnebres cantos,
esparcióse la turba curiosa,
acabaron gemidos y llantos
y dejaron al muerto en su fosa.
Tan sólo a lo lejos, rasgando la bruma,
del negro estandarte las orlas flotaron,
como flota en el aire la pluma
que al ave nocturna los vientos robaron.
Rosalía de Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario