Esperarte, en esa incertidumbre de que acaso vuelvas
Esperarte, como único modo de concebir tu ausencia.
Elegir la hora y el instante
imaginando y deteniendo ese momento de tu vuelta,
y en caso de que vuelvas,
si lo haces un día, sin impaciencias,
abrazarás una entrega de difícil retorno
sumando los instantes uno a uno sin ver sus cicatrices,
comprobando al fin, lo fácil que resulta reencontrarse.
Escrito por Musaraña
Benacazón 23.03.1992
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