jueves, 11 de diciembre de 2008

Una Noche para Morir (2008)


Una Noche para Morir (Prom Night) (2008)

Yo sí que me quería morir hacia la mitad de este remake absurdo de una película que seguro que en 1.980 tenía su gracia.

Englobada en el paquete ’slasher’, el original consistía en el acoso y derribo por parte de un encapuchado de unos cuantos jovenzuelos liderados por Jamie Lee Curtis que años atrás habían cometido un crimen accidental. Lo que tenemos ahora, de manos del televisivo Nelson McCormick, se parece como un huevo a una castaña.

Mala, nociva, inservible, doliente y dañosa. Cinco sinónimos para describir lo indescriptible: un producto tan innecesario como insultante y un timo en toda regla para sacar dinero a unos incautos que esperan un film de sustos, y el susto es el que se llevan cuando se ven con 6 euros menos.

La trama es la básica del capitulo final de alguna temporada de series con quinceañeros. El baile de graduación reúne a seis amigos liderados por Donna (Snow), la cual arrastra de años atrás una terrible tragedia con un perturbado (Schaech). La noche de graduación se convertirá en una pesadilla cuando su fantasma del pasado regrese y comience la cacería en medio de toda la fiesta.

El primer pensamiento que le asalta a uno cuando lleva 10 minutos de metraje es ¿la historia tiene trampa?. Con un asesino predeterminado desde un principio y nada de pasamontañas o antifaces, la trama va discurriendo a través del más anodino de los guiones y no esperéis milagros de último hora: el encefalograma plano del guionista se mantiene de principio a fin sin sorpresas.

Frases y réplicas típicas y estúpidas (las conversaciones entre sus protagonistas es de 0% coeficiente intelectual), unos asesinatos que se ven a kilómetros de distancia y lo peor de todo, la ausencia de sobresaltos y sangre. Efectivamente, desmarcándose de las últimas propuestas de terror teenager donde era mejor cubrirlo todo de vísceras para tapar carencias argumentales, en ‘Una Noche’ no se ve ni una gota, y hasta los asesinatos del villano se cometen con cámara enfocando hacia lugares insólitos y un grito perdido por ahí. Tampoco quería yo ver un nuevo ‘Hostel’, pero la que da este bodrio es insultante.

Por ello, calificaría a ‘Una Noche para Morir’ de igual forma que esas discotecas light de fin de semana. El escenario y la música es el mismo, pero todo lo bueno llega a partir de las 12 de la noche, y este film cierra sus puertas antes de la 9. Ni de lejos consigue inquietar al espectador y mucho menos crearle el más mínimo de miedo.
Como comprenderéis, las interpretaciones en la película rayan lo absurdo. Brittany Snow se dedica a atusarse el pelo y poner morritos todo el tiempo para pasar después a gritar y llevarse las manos a la boca. Patético. Peor aún es el papel de Jonathon Schaech (’The Wonders’) que debe despedir YA a su agente. Quien vea el film no puede sacar nada bueno de un personaje tan estereotipado que dan ganas de levantarse de la butaca.

‘Un Noche para Morir’ fue nº1 de taquilla USA en su primer fin de semana. Puedo imaginarme su público: adolescentes espinillados de entre 14-15 años que no han visto un clásico de terror en su vida y a los cuales se les van los ojos con tanta estética televisiva. Si entras en ese grupo, es perfecta. El resto abstenerse, por favor.

En caso de caer en la trampa, adviértanse más de 20 errores garrafales de continuidad. Sólo así pude aguantar el suplicio de tanta m****a.
Jorge Rubio (BW) 16 de Mayo de 2008

No hay comentarios: