lunes, 3 de noviembre de 2008

Las Ruinas (2008)

Las Ruinas (2008)


Fiel a su línea de conformar un auténtico ‘pilot guides’ de la muerte segura, Hollywood sigue explotando el recurso de mandar conciudadanos a que se las vean con el elemento extranjero para aderezar algo un ya caduco género de terror, que lo está pasando realmente mal con tanto remake o la repetitiva fórmula de la tortura semi-gore.

Ya habían enviado a la república Checa a los pobres confiados de la saga ’Hostel’, y no hace tanto los ‘Turistas’ se las vieron con los brasileños. Hemos tenido a jóvenes nativos aterrorizados en Australia en ‘Wolf Creek’ y hasta se han invertido los papeles cuando los británicos decidieron explorar las Appalachian Mountains en ‘The Descent’. Todo nos lleva a lo mismo: el turismo no es bueno, y si encima te apuntas a una excursión, menos todavía.

Con una puesta en escena y una capacidad resolutiva muy superior a la media de este tipo de producciones, ‘Las Ruinas’ no deja de ser un film de supuesto terror, donde los sustos ceden su sitio a la paranoia mental y la angustia del encierro, mucho más barata y quizás más impactante. Quienes esperaban monstruitos verdes que se comen a las personas, que escojan otra.

Cuatro amigos (Jeff, Amy, Eric y Stacy), de vacaciones en la maravillosa Cancún y con todos los privilegios que un todo incluido ofrece, deciden gastar su último día siguiendo a un turista alemán para ir en busca de su hermano pequeño, Henrich, que junto a su nueva novia han ido de exploración a unas ruinas escondidas. Ni que decir que cuando te vas de excursión sin avisar a nadie siempre sale algo mal, y tras verse atrapados en el templo Maya en cuestión, la supervivencia de los 5 será cuestión de horas.

La sorpresa te la llevas cuando, esperando una sucesión de clichés típicos del género ‘turistas envalentonados’ te encuentras algo bien distinto. Basada en una novela de Scott Smith, autor de ‘Un plan sencillo’, se nota que el argumento al menos parte de una estructura bien estudiada y se aleja de la manía hollywoodiense de hacer guiones a la carta, sin más intención que mezclarlo todo en hora y media y que sea lo que Dios quiera.

Lo realmente novedoso de ‘Las Ruinas’ es que no nos vamos a encontrar con carreritas jungla arriba y jungla abajo viendo como caen uno detrás de otro, lo cual hubiera puesto a la película en la mira de mi disparadero personal. Atrapados en un espacio bastante limitado, los 5 protagonistas se las apañarán para no matarse entre ellos antes de que algo misterioso se cebe con el grupo, y debo reconocer que Carter Smith, director de la cinta, ha conseguido un enfoque global y un ritmo en las escenas que no desesperan de aburrimiento al espectador, al que ya sólo le queda empatizar más o menos con los personajes y sufrir mayor o menos tensión por los acontecimientos.

Quizás se echa en falta una mayor explicación del ‘terror’ que les rodea, y es que, o bien el guionista, o bien el estudio, han preferido mantener intacto el misterio que va cercenando al casting del film y que nos quedemos con al incógnita de si ha sido la acción humana u otra la que provoca el desenlace de los acontecimientos. Vale que somos muy listos y podemos intuir el origen de todo, pero una pizquita de información no hace daño a nadie.

Una vez tengamos claro que aquí no hay CGI que muestre una horda de seres sobrenaturales que se zampan a los yanquis, la verdadera polémica entre los espectadores se va a centrar en si ‘Las Ruinas’ crea la tensión suficiente o no para mantener la atención en una hora y 25 minutos, que no es tanto metraje como para revolverse en el asiento. En mi opinión, Smith, cuyo curriculum no es muy amplio, se queda a medio gas y a pesar de la excelente fotografía del film, hay algo que falla y que no le ocurría ‘The Descent’, la cual te llevaba a la angustia máxima.

Un par de agujeros argumentales del tamaño de la pirámide protagonista de la película y un final bastante cues-tionable me obligan a decir que ‘Las Ruinas’ queda en un aprobado raspado que no deja de ser todo un logro a la vista de todos los truños que he tenido que tragarme en los últimos meses, dígase ‘Parking 2′, dígase ‘The Eye’, dígase ‘Llamada Perdida’. Se deja ver, y hasta podéis echaros unas risas con un par de escenas quirúrgicas que demuestran, que a final de cuentas, la sangre siempre vende.

¿Para cuando una donde 3 modelos de Victoria Secret se quedan tiradas sin gasolina en la subida a Despeñaperros?…imaginaros que vuelve Evilio.

Jorge Rubio (BW) 19 de Abril de 2008

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