lunes, 9 de junio de 2008

Sweeney Todd. El Barbero Diabólico de la Calle Fleet (2008)

Sweeney Todd. El Barbero Diabólico de la Calle Fleet (2008)

Adaptando el popular musical de Broadway ‘Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street’, -que a su vez se basa en varios cuentos y leyendas del siglo XIX-, Burton recupera de nuevo toda la magia y habilidad visual y narrativa que ha caracterizado gran parte de su filmografía.

Admite el propio director que no es muy dado a los musicales, pero que éste tenía algo especial que le fascinaba. No en vano, se trata de algo muy diferente a lo que a uno le viene en mente cuando piensa en este particular género. Es una mezcla de romanticismo y tenebrosidad, con piezas musicales portentosas y ácidas, con un ritmo endiablado y carente de recargadas coreografías. Para que os hagáis una idea, tenemos delante algo más similar a ‘El fantasma de la Opera’ que no a ‘Cantando bajo la lluvia’, a parte de asemejarse a la obra de Andrew Lloyd Webber por su temática trágica y su toque oscuro (aunque eso sí, menos ampuloso y sofisticado).

La historia, en la línea de la más tradicional tragedia griega o shakesperiana, se centra en el personaje de Benjamin Barker (Johnny Depp) y en su personal y macabra venganza contra el indeseable juez Turpin (Alan Rickman).

Tras 15 años alejado de su tierra y su familia y encarcelado por un crimen que no cometió, Barker regresa a su Londres natal para acabar con la vida del hombre que le condenó y le arrebató a su esposa e hija (usease, Turpin).
Oculto tras una nueva identidad, la de Sweeney Todd, Barker vuelve a su antiguo oficio de barbero para llevar a cabo su plan. Para ello contará además con la ayuda de la devota Sra. Nellie Lovett
(Helena Bonham Carter), la mujer que tiene un local de empanadas justo debajo de su barbería y que se convertirá en su fiel cómplice.

Desde los cuidados y sangrientos títulos de crédito hasta el dramático plano final, la película destila talento y creatividad por los cuatro costados. La puesta en escena es portentosa, con un trabajo de fotografía lugúbre muy adecuado y unas interpretaciones de altura.

Aquellos que no gustéis de los musicales absteneros de ver esta película, pues el 85% de la misma es precisamente eso, música. No obstante, aquí las canciones no sirven de mero espectáculo visual, sino que son el hilo conductor de la trama, el pilar en el cual se sustenta toda la historia.

Todo se desarrolla a ritmo de canciones melódicas cargadas, algunas de ellas, de un ingenioso humor negro. A veces estos temas son más romanticones y otros más siniestros, pero siempre de una exquísita sonoridad.

Además de hacer que la historia avance, las canciones sirven también para ahorrarse una gran cantidad de diálogos explicativos referentes, por ejemplo, al pasado de Todd como Benjamin Barker y su relación con su familia (hasta que Turpin interfiere en ella) o el cómo Turpin esclaviza a la hija de Barker. Todo ello apoyado además con unos agradecidos flashbacks que se intercalan dentro de las propias secuencias.

La ambientación, como ya es habitual en los films del director, es de primer nivel, desde los decorados hasta el vestuario, que enmarcan a la perfección toda la historia y que nos recuerdan un poco al aspecto tétrico e inquietante de las películas de terror de antaño (las de blanco y negro, concretamente) y cierta evocación al siniestro Londres de Jack El Destripador (¿¿para cuando una adaptación de este clásico personaje de la mano de Tim Burton??).

Como ya he insinuado al inicio de la crítica, los diálogos hablados ocupan una mínima parte del metraje, pero ayudan a espaciar los temas musicales (que tampoco son demasiado extensos) para que el espectador no se vea abrumado por ellos. Además y pese a sus poco más de dos horas de duración, la película se resuelve de forma ágil, de manera que no se nos hace pesada ni larga en ningún momento (insisto, siempre y cuando uno guste del género musical).
En cuanto a interpretaciones se refiere, no tengo más que halagos para todo el reparto. Empezando por Johnny Depp, que demuestra una vez más que es un excelente actor, camaleónico como ningún otro y capaz de adecuarse a los personajes y ahorrarse histrionismos cuando tiene tras la cámara a alguien que sabe dirigirlo como Dios manda (aprende Verbinski).

Depp encarna con garra y solidez al atormentado Sweeney Todd, personaje que le viene como anillo al dedo.Todd es consumido poco a poco por su sed de venganza hasta alcanzar un grado de locura y perversidad alarmantes. Nada le importará más que matar al hombre que destruyó su vida, y si por el camino tiene que cepillarse a unos cuantos más, pues así lo hará. Entre sus manos y con su navaja, no habrá cuello que se le resista. En el plano musical, decir que Depp también cumple, y su voz y forma de cantar no desentonan para nada.

Siguiendo con el elenco tenemos a Helena Bonham Carter, que complementa a la perfección a Depp. Admito que nunca me ha gustado demasiado esta actriz, pero esta vez no me queda otra que reconocer su frescura ante la cámara y sobretodo su inusitada solvencia a la hora de cantar, teniendo en cuenta la dificultad que eso conlleva (más con tanto tono agudo por medio).

Su personaje mantiene una relación con Todd basada en el amor platónico. Mientras ella sueña en casarse y vivir felizmente a su lado, él dedica todos sus esfuerzos en materializar su venganza. Claro que tampoco le viene mal ser su cómplice, pues de tanto cadáver que deja Todd, ella aprovecha y hace unas deliciosas empanadas de carne (humana) que le permiten remontar el negocio.

Hablando de cadáveres…, menudo festín de cuerpos desmembrados y litros de sangre nos regala Burton. Me llena de satisfacción poder disfrutar de una sangrienta película como ésta sin la ya desvergonzada censura, que lo adapta todo al ‘para todos los públicos’ tan sólo para embolsarse más dinero y sin importarles mutilar la esencia de las historias que se nos cuentan.

La sangre es un elemento importante y el director se jacta de mostrárnosla en todo su macabro esplendor. Jamás hubiera pensado que pudiera chorrear tanto un cuello sesgado (obviamente, todo de forma exagerada y sumamente explícita).

El eficiente dúo Depp-Carter viene respaldado además por un buen par de secundarios como son Alan Rickman, de nuevo metido en la piel de un villano; y su infame secuaz Beadle Bamford, al que da vida Timothy Spall.

Mención especial a Sacha Baron Cohen, que tiene el personaje más estrambótico y divertido de la película -el barbero italino Pirelli-y que mantiene un gracioso duelo de navajas con nuestro protagonista. Su innegable vis cómica se aleja de lo chabacano de sus últimos trabajos para ser aquí mucho más sutil.

‘Sweeny Todd: El Barbero Diabólico de la Calle Fleet’ supone una cita imprescindible para los amantes del musical. Un espectáculo vibrante y apasionado que nos cuenta una desgarradora y trágica historia de amor y venganza, de desconsuelo y locura. Una película tan sangrienta como melancólica.

Si no os gusta el estilo único e inimitable de Burton, ni os acerquéis a verla. Si por el contrario os encandila, creo que quedaréis satisfechos con su primer musical en carne y hueso.

A un servidor se le ponen los dientes largos sólo de pensar lo que puede hacer Burton con el cuento de Lewis Carroll ‘Alicia en el País de las Maravillas’. No nos llegará hasta el 2010, así que habrá que ser pacientes.

De momento, a disfrutar del barbero más sanguinario del Londres victoriano.

Críticas Portada
Pliskeen 11 de Febrero de 2008

1 comentario:

  1. setiembre 16, 2008.
    Montevideo-Uruguay.
    Agradezco la posibilidad de comentar vuestra muy buena nota sobre el barbero asesino victoriano protagonizado por Johnie Deep.
    Mi modesta opinión es que la obra resulta decepcionante. Como admirador de la época victoriana u auor de un libro al respecto: "El monstruo d elondres. la leyenda de jack el destripador" (en sección libros de Google) me permito señalar que no sólo estamos ante una magra actuación de Johnie Deep (muy lejos de su excelente interpretación del inspector Abberile en "Fron Hell" ) sino de una muy pobre y caricaturizada recreación de la era victoriana. Recomiendo para los amantes del género a la película de 2001 dirigida por los hermanos Hugues:"Desde el Infierno" donde Deep se luce y es acompañado por el brillante Ian Holm en el papel de Jack el Destripador.
    Sin otro particular. Les saluda atentamente.
    Dr GABRIEL POMBO.

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