Qué pena, con una historia y un guión tan prometedor cómo ha podido el Sr. Richard Shepard hacer este bodrio de película
‘La sombra del cazador’ es de aquellas películas que cuando lees su sinopsis, miras sus actores protagonistas y el director de la obra, crees que vas a pasar 96 minutos de entretenimiento y acción.
Nada más lejos de la realidad: constante aburrimiento, mala dirección, pésima interpretación y la tremenda sensación de haber perdido una oportunidad de haber visto otro estreno de los que nos muestra la cartelera actual.
La película relata las andanzas de un reportero de televisión Simon Hunt (Richard Gere) y su cámara acompañante Duck (Terence Howard) que trabajan cubriendo noticias en las zonas de guerra más candentes del mundo: desde Bosnia a Irak, desde Somalia a El Salvador.
Juntos han esquivado balas, han enviado partes incisivos y han acumulado premios Emmy. Pero un fatídico día en un pequeño pueblo de Bosnia, todo cambia de repente. Durante una emisión en directo para la televisión nacional, Simon se derrumba. Como consecuencia Duck es ascendido y Simon simplemente desaparece.
Cinco años más tarde, Duck regresa a Sarajevo con un corresponsal Novato, Benjamin (Jesse Eisenberg) para cubrir el quinto aniversario del final de la guerra. Simon aparece como un fantasma del pasado. Convence a Duck de que sabe dónde esta el criminal de Guerra más buscado de Bosnia, ‘El Zorro’.
Armados únicamente de unos cuantos datos escasos, por no decir que ninguno, Simon, Duck y Benjamin se embarcan en un oscuro y peligroso viaje que les adentrará en territorios hostiles. Es una exclusiva que sólo se tiene una vez en la vida, la recompensa por atraparlo tampoco está nada mal.
Hasta aquí todo perfecto, pero a partir de ese momento la realidad de Shepard no es creíble.
Este director ha perdido en esta obra todo el prestigio que pudo obtener con su anterior film ‘Matador’ en la que salió bastante bien parado, cubriéndose de gloria al construir una historia inverosímil de tres periodistas, corresponsales de guerra, listos, los más listos del mundo, que de forma ingenua, sencilla y estúpida buscan y consiguen dar con el criminal de guerra más buscado de la guerra de los Balcanes, autor de limpieza étnica en su país y que campa a sus anchas por el parte del territorio serbio, para entrevistarlo o para entregarlo a las autoridades en busca de una preciada recompensa.
Quizás lo único bueno que se salve de la película sea el que consigue recordar al espectador una realidad existente no hace mucho tiempo, una de las conflagraciones más tristemente recordadas como es la guerra, el fratricidio y la limpieza étnica de los Balcanes que derivaron en el desmembramiento de la ya antigua Yugoslavia y que a muchos de nosotros nos parece ya tan lejana. Y que deja en evidencia la cierta y oscura permisividad de los dirigentes de la grandes potencias en detener a los criminales de esta maldita guerra y a los autores del exterminio realizado.
En cuanto a los protagonistas Richard Gere, hace un papel mucho más humano y alejado del perfecto maduro y seductor que es; su actuación es bastante discreta, y no será con toda seguridad una interpretación por la que se le recordará en su más que dilatada carrera cinematográfica. Terrence Howard aporta al film su toque cómico, que en ciertos momentos puede hacer sonreír al espectador, nada más. Jesse Eisenberg se encarga de dar la visión del joven e inexperto periodista en busca de la exclusiva de su vida.
Por cierto y en este punto, ¿alguien me puede explicar cómo en distintas escenas de la película aparece el maravilloso Chuk Norris, dando hos*** a diestro y siniestro? Todavía no llego a entenderlo.
En definitiva, está claro que no la disfrutado, no me ha gustado. Mala elección la que tuve, quizás llevado por mi deseo de pasar una divertida tarde de cine, de una hora y media de acción y aventuras, y en la que sin embargo me he encontrado una trama irreal, plana y a veces sin sentido que no consiguió atraerme en ningún momento de su visionado.
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