La sidra debe ser escanciada (tirada desde lo alto para que “rompa” al caer en el vaso) y consumida en el acto y no debe servirse cada vez más de lo que se pueda beber en un trago o dos. El sabor de la sidra natural varía en función de la calidad de la manzana del año anterior, la cantidad de sol que haya recibido, etc., pero en general se puede decir que la sidra tiende a ser una bebida fresca, con bastante aguja y ácida. Para todos los curiosos, existe el
“Decálogo del buen escanciador”:
1. La postura será recta, sin ser rígida.
2. El brazo que sostenga la botella debe estar estirado por encima de la cabeza.
3. El brazo que sostenga el vaso estará estirado hacia abajo y al centro del cuerpo.
4. La botella, una vez inclinada para echar el “culete”, se sujeta con los dedos índice, corazón y anular, por la parte de arriba, y con el meñique por el culo de la botella.
5. Los dedos que sujetan la botella no deben rebasar la mitad de ésta en dirección al bocal.
6. El vaso se sujeta con los dedos pulgar e índice, con el corazón en el culo del vaso, y el anular y el meñique recogidos sobre la palma de la mano.
7. El vaso no se debe mover del centro del cuerpo, lo que implica que la sidra es la que debe buscar el vaso.
8. El corcho puede sujetarse con los dedos anular y meñique de la mano que sujeta el vaso.
9. Al servir el vaso de sidra escanciada, si se retira el dedo pulgar del vaso, se facilita su recogida.
10. El escanciador siempre debe procurar que la sidra “espalme” (que la espuma no permanezca mucho tiempo en el vaso).
Published by Maca
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