![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmRTK_LiutuPN21bGp10p3UfU1mJFFM-ra6mcPtry_bSnZ35qGiYkgxjtaRAfai8T5-MTnIfbiSh8_YkHMz6ZhPwskn4W2T-nWoysSNHNelJ9cNWwbW0ahJnM2L2UJIfl0oc8BPLk51X0/s320/Cupido+1.jpg)
Sus ojos eran los más inteligentes que había visto nunca, su pelo negro y brillante. Mantenía mi mirada mientras avanzaba a su encuentro y pude percibir como un temblor recorría su cuerpo cuando me planté ante él. Ninguna palabra, ningún gesto… solos él y yo…
Me besó frenéticamente, en medio de la multitud, su lengua cálida en mi boca, su calor en mi cuerpo… Ninguna palabra, ningún gesto… solos él y yo…
Nos fuímos juntos a casa y no me permitió dormir reclamando continuamente mis abrazos, mis besos, mis caricias… Pero ha merecido la pena. Hoy no me he levantado sola, otra respiración acompañaba a la mía, otro cuerpo entre mis sábanas y sé que ha venido para quedarse, para hacernos a mí y a Nano, la vida más fácil y más difícil… Yago, bienvenido a casa.
por Permalink
No hay comentarios:
Publicar un comentario