¡ Ay de mí !
¡ Haber pasado la vida forjándome una coraza, un blindaje de indiferencia, para llegar a esta vulnerabilidad ! ¡ Haber previsto que todo engaña, falla y cansa, a fin de habituarme a amar sin exigir correspondencia, y por todo resultado tener que reconocerse impotente para petrificar su corazón !. ¡ Haber puesto todo a una sola carta y sentir que la vejez llega sin haber viviso !... ¡ Ay de mí !.
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