Incluso había supuesto que era fáciol vencer. ¡Qué iluso! ¿Cómo no se había dado cuenta de que en realidad no habían estado huyendo sino que le preparaban una emboscada?. Él había creído y había salido rápidamente tras ellos decidido a eliminarlos una a uno. Su impetuosa decisión lo había dejado solo frente a sus rivales. Nò podía quedarse quieto, debía actuar rápidamente y utilizar la sorpresa como arma. No podía luchar. Ellos eran demasiados y muy peligrosos. Debía intentar un escape para luego tratar de reagrupar a los suyos para un cruento combate final. Eligió una vía libre y se lanzó entre medio de los atacantes a pasa decidido.
Quiso huir pero ya era tarde. Un caballo le cortó el paso. Tristemente miró el campo de batalla. El Rey supo que era el fín. Estaba en Jaque Mate.
por Henán Pablo Nadal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario